Nos referimos, como no, al LHC. El LHC (Large Hadron Collider, o Gran Colisionador de Hadrones), para quienes no lo sepan, se trata de un acelerador de partículas diseñado para lanzar cierto tipo de protones a velocidades cercanas a la de la luz, a una temperatura de −271,25 ºC, o apenas 2 grados por encima del cero absoluto. Esta máquina tratará de destruir hadrones y averiguar de qué están hechas estas partículas, y en especial encontrar una, llamada el bosón de Higgs, que teóricamente es la causante de que los cuerpos tengan masa. Pues bien, este mega-acelerador volverá a ponerse en marcha para el 30 de este mes, a la mitad de su potencia (es decir, a 3'5 TeV, pues en invierno lo paran para que no agotar la producción de energía de la ciudad de Ginebra), y la gente volverá a echarse las manos a la cabeza: que si agujeros negros que destruirán la tierra, que si antimateria que provocará enormes explosiones... Personalmente, no creo que los científicos del CERN se pongan a realizar experimentos sin verificar antes los datos, sobre todo con el dinero que hay entre manos (construir la máquina más grande del mundo tiene su coste...). De todas maneras, este martes 3, mientras impulsaban haces de hadrones por el circuito, otro fallo hizo detener la maquinaria, producido en este caso por una miga de pan. En fin, crucemos los dedos para que todo salga como adecuadamente.
Para más información, visiten el blog de este físico español: http://lhcdiario.wordpress.com/
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