Perdonad la tardanza, pero parece que este verano he ido perdiendo la ilusión de escribir, de crear historias originales, hasta dejar el blog casi abandonado. Espero retomarlo poco a poco, compaginándolo con mi grado de Física.
Pese a que todos los veranos los pasaba allí, no me cansaba de verlo. Tan cerca, pero tan lejos. Cerca para verlo; lejos para visitarlo. El Faro. Ese punto de esperanza en una marinera noche tormentosa. Ese faro que, aunque llevan varios años intentando demolerlo, no lo han conseguido. El imponente Faro de la costa. El faro, y el hombre del faro. A decir verdad, nunca lo he visto muy bien. No sabría decir si es un hombre o una mujer, pero alguien vive allí, seguro. ¿Les pareceremos nosotros tan cercanos, y a la vez, tan lejanos? ¿Se sentirá solo, esperando que alguien decida por él?
Seguro que los nuevos conocimientos que vas a adquirir te sugerirán nuevas ideas para escribir.
ResponderEliminarA mí me ha pasado lo contrario, este verano estaba saturadísimo de cosas que me gustaría escribir, pero de repente ha llegado la universidad y me ha quitado muchísimo tiempo... además tú sabes que a mí los microrrelatos no me van demasiado, generalmente escribo relatos de una extensión media.
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