Hace ya algún tiempo, una serie que me enganchó, pero bien, fue Once upon a time (reducido es OUAT, Érase una vez en español). Prometía ser una reinvención de los cuentos clásicos (adaptados o no por Disney), en un mundo más apegado a la realidad.
Sin magia y sin recuerdos, los personajes de cuentos actuaban como si no lo fuesen, pero con la misma personalidad. Prometía ser una adaptación algo oscura, con problemas reales, muertes “de verdad” (con toda la carga dramática que conlleva una muerte, fuera de los cuentos infantiles), y demás espectativas que para nada se cumplieron. Antes de la tercera temporada abandoné.
No hace mucho, en las rebajas de juegos que la plataforma Steam organiza en verano, vi rebajado una aventura gráfica de la que había leído buenas críticas: The Wolf Among Us. Básicamente, prometía lo que OUAT debería haber sido. En pocos días, me lo he pasado (por primera pero no única vez). Cumplió todo lo que se proponía.
El Gran Lobo Feroz (Big Bad Wolf), coloquialmente llamado Bigby, es ahora el jefe de policía de Fabletown, el barrio a donde los personajes de cuentos han ido a vivir, mezclándose con las personas corrientes y molientes. Ahora reformado, intenta dejar atrás su violento pasado, mientras intenta descubrir qué personaje de fábula asesinó a una prostituta (que también era otro “Fable”, o personaje de cuento).
La obra no sólo se plantea lo que pasaría si dejásemos a personajes infantiles crecer, madurar, y enfrentarse a tan cruda realidad como es nuestro mundo. Esta evoluciona, te deja darle forma a los personajes. ¿Por qué Bigby asume ser el sheriff en una ciudad que no da más que problemas? ¿De verdad busca redimirse, o sólo quiere justificar en un mundo más burocrático su sed de violencia?
Además, buscar al asesino a través de interrogatorios, donde tienes un tiempo límite para pensar la opción a decir, no es algo fácil. Pese a que tú puedes cambiar al personaje, también estás condicionado por lo que el personaje piensa, y no puedes, simplemente, ser amable, o más inteligente, que el propio protagonista. Lo mismo ocurre con los demás actores de la trama: no puedes, instantáneamente, hacerte amigo de alguien. Pero poco a poco, puedes ganarte su confianza para que, en próximos episodios, te cuente algo más.
En general, es un juego adulto, y no por su violencia gráfica, lo que es de agradecer. Salvo la escena final, que sí parece un juego de niños (en serio, ¿quién cambian tan rápidamente de opinión?), el resto está bien llevado, y tanto si respondes enseguida como tomándote tu tiempo, no te sacará de la tensa situación en la que estés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario