lunes, 13 de julio de 2009

Crítica de 1984: el Gran Hermano te vigila

Novela y película, los dos del tirón (o casi)....



Para los que no conozcan nada acerca de la novela, la trama se situa en una ucronía. Inglaterra y gran parte del mundo (si no todo) se halla bajo el poder dictatorial de un organización política llamada Ingsoc, comúnmente nombrada como "el Partido". Este controla el poder del mismo modo que un dictador comunista controla la producción de alimento, a los trabajadores, etc, e incluso la propia mente. Con esta novela el autor ataca fuertemente a los totalitarismos soviéticos y nazis, los cuales controlaban todo el país y reprimían duramente a los rebeldes.

Winston Smith es un burócrata del "Partido Exterior", la clase intermedia entre el proletariado y el Partido Interior. Su trabajo consiste en "rectificar" día a día antiguos archivos el periódico oficial (llamado Times) que no coinciden con las declaraciones del omnisciente, omnipresente y, por qué no decirlo también, omnipotente Gran Hermano que a todos nos vigila. Winston debe vivir día a día la transformación del pasado, que queda reescrito según los intereses del Partido. Orwell justifica el hecho de que nadie se percate incluyendo uno de los conceptos más difíciles de entender de la historia (que sólo es capar de entenderse leyendo el libro, o eso deduzco comparando ambos formatos). La definición sacada del libro sería esta:

Doblepensar significa el poder, la facultad de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente. El intelectual del Partido sabe en qué dirección han de ser alterados sus recuerdos; por tanto, sabe que está trucando la realidad; pero al mismo tiempo se satisface a sí mismo por medio del ejercicio del doblepensar en el sentido de que la realidad no queda violada. Este proceso ha de ser consciente, pues, si no, no se verificaría con la suficiente precisión, pero también tiene que ser inconsciente para que no deje un sentimiento de falsedad y, por tanto, de culpabilidad.


Además, el Partido fuerza a los ciudadanos a creer fielmente en él a través de pruebas: fundamentalmente, se debe a esta alteración esporádica del pasado. Oceanía está en guerra (se supone) con otras dos superpotencias que controlan el resto del mundo: Eurasia y Asia Oriental. Mientras lucha contra una, la otra es aliada. Pero cada 4 años, el enemigo es cambiado, el aliado se hace enemigo y viceversa. Es más: el Partido insiste en que el enemigo es siempre el mismo, y lo ha sido siempre...

La trama

En resumidas cuentas, se centra en la vida de Winston y en el amor que contrae con una muchacha joven del Partido Interior: Julia. Ingeníandoselas como pueden, evaden las telepantallas (me encanta como Orwell define los movimientos y los actos de los personajes para evitar expresar sus pensamientos en todo momento) y se encuentran en zonas alejadas de la urbe, frecuentando una habitación de un barrio proletario. Finalmente, son capturados por la Policia del Pensamiento, encargada de capturar a cualquier persona que realice un crimental, que en neolengua (la lengua que intenta establecer el Partido, prescindiendo con cada nueva edición de más palabras) significa crimen mental. Finalmente, Winston y Julia son torturados hasta tal punto en el que llegan a amar al Gran Hermano. Hermosas escenas de que no pueden ser fielmente reproducidas en la película filmada en 1984 (curioso, ¿no?)


Análisis

Personalmente, me encanta como el autor moldea la situación, adapta el personaje a una sociedad impasible, capaz de pensar, que ha permitido llegar hasta tal punto en el que no se puede ni siquiera tener pensamientos propios ajenos al Partido. Presente el totalitarismo nazi y, sobre todo, arremetiendo contra el soviético, presenta una dictadura implantada tras la Revolución, una dictadura a la que sueñan todos los dictadores. Es meritoria la invención de la omnipreencia de la Policía del Pensamiento, de las telepantallas y, como obviarlo, del Gran Hermano, "alguien" que nos vigila, que está ahí siempre, pendiente de todo, y al que se le ama y se le teme. Entrecomillo alguien porque, a lo largo del libro (y menos sutilmente en la película), se nos insinua que, tras una cortina de humo, no existe tal Gran Hermano.


De hecho, mientras lo leí, dudé de la existencia de tal guerra entre otras potencias mundiales (no creo que sea nada más que para probar la palabra del Gran Hermano y los documentos contra la memoria) o que existan tales superpaíses e, incluso, de Goldstein: un personaje que influyó en la Revolución pero que más tarde fue considerado como un enemigo de la dictadura. Goldstein reune a los opositores del Partido en la llamada Hermandad, organización secreta en la que cree Winston que se apunta. Más tarde, descubrirá que, quien le suministró información acerca de dicha organización y de un libro escrito por Goldstein no es ni más ni menos un miembro de la Policía del Pensamiento. A lo largo de la novela, veo absurdo y al mismo tiempo comprendo cómo un país puede atacarse a sí mismo, lanzarse bombas cohete para matar ciudadanos y cambiar constantemente de enemigo y aliado mundial. Cómo se dice en el libro supuestamente escrito por Goldstein:


Cuando aparecieron las grandes máquinas, se pensó, lógicamente, que cada vez haría menos falta la servidumbre del trabajo y que esto contribuiría en gran medida a suprimir las desigualdades en la condición humana. [...] Pero también resultó claro que un aumento de bienestar tan extraordinario amenazaba con la destrucción -era ya, en sí mismo, la destrucción- de una sociedad jerárquica. [...] El problema era mantener en marcha las ruedas de la industria sin aumentar la riqueza real del mundo. Los bienes habían de ser producidos, pero no distibuidos. Y, en la práctica, la úinca manera de logar esto era la guerra continua. El acto esencial de la guerra era la destucción, no forzosamente de vidas humanas, sino de los productos del trabajo. La guerra era una manera de pulverizar o de hundir en el fondo del mar los materiales que en la paz constante podrían emplearse para que las masas gozaran de excesiva comodidad y, con ello, se hicieran a la larga demasiado inteligentes.

No es una casualidad que uno de los lemas del Ingsoc sea "La guerra es la paz". Los otros dos son "La esclavitud es la libertad" (manera que tiene el Partido de justificar la dictadura, y que me recuerda mucho a la manera de pensar de Quino ) y "la ignorancia es la fuerza". Con esta última frase el Partido intenta inmovilizar el continuo vaivén del poder entre las tres clases jerárquicas en toda sociedad (incluso en la actual): Los Altos (Partido Interior) y los Medios (Partido Exterior), dejando apartado del poder a los Bajos (Proletarios).
Mención especial a la escena (tanto en el libro cómo en la película) en la que, por medio del doblepensar, el supuesto miembro de la Hermandad O'Brien intenta convencer a Winston que "2 y 2 son 5 si el Partido así lo quiere" ;


y a los 2 minutos de Odio, tiempo al día que el Partido obliga a manifestar a los ciudadanos todo su odio hacia el enemigo, especialmente hacia Goldstein, con un himno que llega muy profundo.



Adaptación

En lo que se refiere a la adaptación del libro es bastante buena sin llegar a ser una obra de arte: Parece que, literalmente, copia diálogos y escenas del libro, en frío, sin una previa explicación o introducción. Sin embargo, sirve a los que han leído el libro como una explicación y representación de algunas cosas, como, por ejemplo, que la guerra con las de
más superpotencias es mentira. Sin embargo, conserva la esencia del libro, quizás fallando en algunas partes muy contadas (como cuando Winston visita a O'Brien). La estética queda plasmada con edificios sacados de una ciudad en la posguerra, medioderruidos, y con una pobreza casi absoluta. Además, ya centra el trabajo de Winston en lo que se llama el Ministerio de la Verdad (que yendo de acuerdo con el doblepensar se encarga de la mentira) con unas frases al principio de la película:

Quién controla el pasado, controla el futuro. Quien controla el presente, controla el pasado
Ah, y antes de terminar: los directores de la película hicieron memorable la escena en la que detiene a Julia y a Winston. Terry Gilliam (sí, el de los Monty Pithon) haría un guiño más tarde a toda la película, incluyendo esa escena, en Brazil:
Trailer de 1984 (en inglés):


Trailer de Brazil (en inglés):

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