sábado, 4 de septiembre de 2010

Hyperión, de Dan Simmons

Ocho libros he leído este verano. Ocho historias. Nueve, si contamos el primero de “Memorias de Idhún” que he empezado a leer. Viajé dos veces al País de las Maravillas de la mano de la Alicia de Lewis Carol; crucé con Bipa la Ciudad de Cristal para rescatar a Aer allá donde habita la Emperatriz de los Etéreos; sobreviví a Los Juegos del Hambre, una especie de coliseo moderno, gracias a la afinada puntería de Katniss Everdeen y su arco... Pero sin duda, el libro que más me ha gustado este verano y que no me cansaré de leer (es la segunda vez que lo leo) es Hyperión, el primer libro de la saga “Los Cantos de Hyperión”.
Lo recomiendo a todo el mundo. ¿Por qué? Porque es atractivo, muy narrativo sin dejar de lado las descripciones, incluye flashbacks y diferentes estilos de narración en un sólo libro, sin perder el hilo de la historia principal donde se enmarca. La historia principal nos transporta al siglo XXVIII, en el cual la humanidad ha abandonado su planeta natal y ha emprendido una Hégira, colonizando otros miles por todo el universo, formando así la Hegemonía, una coalición de mundos a la que cada vez van anexionándose más planetas. Siete ciudadanos elegidos al azar por una nueva religión llamada Iglesia de la Expiación Final deberán realizar el viaje de sus vidas: llegar a las Tumbas del Tiempo ubicadas en el planeta Hyperión, un monumento anterior a la llegada de humanos a dicho planeta, protegido por mareas del tiempo y por su sobrecogedor guardián el Alcaudón. Este ser de tres metros de alto, cuerpo de metal y piel de mercurio, es un asesino medio orgánico medio máquina que mata sin piedad al azar a todo aquello que esté a su alcance, desplazándose en el tiempo. Según dicen, tiene el poder de conceder el deseo a uno de los peregrinos que viajen a las Tumbas del Tiempo... a cambio de quitar las vidas a todos los demás.

Todos estos siete peregrinos tienen una historia que contar, algo que les relaciona con el planeta al que van: Lenar Hoyt, un cura católico que perdió a un amigo autoexiliado a Hyperión y que tuvo un contacto con el Alcaudón; Fedmahn Kassad, un coronel de la fuerza militar de la Hegemonía quien luchó codo con codo con el guardián de las Tumbas contra los exters, seres descendientes de

los humanos que han evolucionado y que planean en la actualidad conquistar Hyperión; Martin Silenus, un anciano poeta de Vieja Tierra (la Tierra original, que se destruyó tras un grave incidente hace varios siglos) que vivió en la Ciudad de los Poetas, en Hyperión, y que gracias a la matanza del Alcaudón recobró su musa artística; Brawme Lamia, una detective privada que concedió ayuda a una recreación artificial del poeta John Keats; Sol Weintraub, un profesor judío cuya hija estudió las Tumbas del Tiempo y contrajo el Mal de Merlín, que le hace rejuvenecer en vez de envejecer; Het Masteen, un templario moderno del cual sabemos muy poco y un consul de la Hegemonía con un pasado muy oscuro...

Más allá del nombre de los libros, el autor realiza constantes guiños al poeta del siglo diecinueve John Keats, que nació en Inglaterra en 1795 (ya sé, es siglo XVIII pero la mayor parte de su vida la pasó en el siglo XIX, por lo que es un poeta de la corriente romántica) y murió de tuberculosis en Roma en 1821. Keats toma parte de la trama de forma activa en forma de cíbrido. El TecnoNúcleo (espacio no físico donde residen las Inteligencias Artificiales que ayudan a la Hegemonía) recreó varias vidas anteriores a la Hégira a partir de libros, cartas, anotaciones... y fabricó cuerpos orgánicos donde alojar parte de la personalidad de estas personas de manera física (el resto quedaría guardado en el TecnoNúcleo). Así, la recreación del poeta John Keats toma parte de la historia y ayuda a relacionar a la detective Brawne Lamia con el mundo Hyperión y el Alcaudón.

Todo con un rico vocabulario, grandes dosis descriptivas mezcladas con la irreverencia del poeta (“De cualquier modo, nací. Nací en la Tierra... en Vieja Tierra... y que le don por el culo, Lamia, si no me cree. […] Crepúsculos frágiles que pasaban del violeta al fucsia y al púrpura sobre las siluetas de crespón de los árboles, más allá del jardín sudoeste […] El silencio presinfónico de las primeras luces seguido por la percusión del amanecer”), amplias personalidades (desde el sátiro poeta hasta el leal coronel, pasando por el tímido cura y el reservado cónsul), mucha acción, arraigada sobre todo en los recuerdos del coronel y de la detective, todo ello con un gran toque de ciencia-ficción (viajes superlumínicos, puertas espacio-temporales llamadas teleyectores y mucho más). Curiosamente, este libro casi exclusivamente sirve de prólogo para la historia de los Cantos: nos ayuda a situarnos, a entender los personajes y preparar el universo de los Cantos para Endymión, libro que nos sitúa dos siglos y medio después de los acontecimientos del segundo libro, La Caída de Hyperión.

8 comentarios:

  1. Bueno, de vuelta del verano tengo que darme el lote de leer lo que habéia escrito todos los que, al menos en teoría me leeis.

    Ya he visto que tiene una buena panda de amigos.

    En cuanto a Hyperion, lo apunto en mi lista de próximas lecturas.

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  2. Estuvo todo este tiempo de vacaciones, FBM? Ya me extrañó que no actualizara desde hace tiempo, ahora entiendo por qué. Dónde estuvo, si puede preguntarse?

    Sí, la verdad es que nos juntamos unos cuantos, aunque en la pandilla somos más, lo que pasa que no a todos les gusta ir de senderismo... Gracias por apuntarse Hyperión en su lista!! Espero que me comente qué le pareció cuando lo lea

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  3. Dado que estoy jubilado, puede decirse que siempre estoy de vacaciones. Este verano he estado primero de excursión por la Rioja (con centro en San Millán de la Cogolla), Luego he estado casi un mes en Marbella, y ahora estoy entre Madrid y Soto del Real, con frecuentes viajes a Ávila.

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  4. Vamos, de todo: norte, sur, centro, playa, montaña... a propósito, de dónde es usted?

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  5. Tengo 25 "seguidores", pero solo uno ha pedido ser mi "amigo". ¿Debo interpretar la palabra "amigo" en el sentido restringido que le da Google, o en el amplio del castellano normal?
    Si es lo segundo, sobra el Vd.

    A prposito, soy de Ubeda

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  6. Me encantaría que interpretase amigo tal cual lo haría en la vida real ;) Perdone, era por no ofenderte, a partir de ahora espero que no se me olvide y lo tutearé (tengo muy mala memoria, sabe?). A sí que Jaén, ¿no? Me alegra saber que estamos en la misma Comunidad Autónoma :)

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  7. "Somos" de la misma comunidad autónoma, pero no "estamos". Vivo en Madrid.

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  8. ¿A sí? ¿Puedo preguntarte por qué te mudaste allí? Yo también he pensado en irme a Madrid; por la carrera que quiero hacer (Física) y encontrar trabajo... ¿se vive bien? Muy caro, supongo... ¿Pero muy diferente de Andalucía? ¿Para mejor o para peor?

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