domingo, 15 de marzo de 2015

Reseña sobre La guerra interminable (novela gráfica)

Estar en cuarto de Grado (el último año ya) se nota... Disculpen el retraso, aquí va una reseña de una novela gráfica que  leí en Enero.



No pasó mucho, ni un mes, entre que terminé de leer Brigadas del espacio y empecé con La Guerra Interminable. ¿Por qué? Se consideran dos antípodas del tema militar en la ciencia ficción, militarismo contra antimilitarismo, burocracia necesaria vs burocracia inhumana.


¿Qué quiere decir que la burocracia sea inhumana? Los perros no tienen burocracia, las gallinas no rellenan una circular antes de poner un huevo ni los gatos te cierran la ventanilla si no tienes los papeles en orden. Así que, ¿a qué me refiero?


Me refiero a la desconsideración de las normas al tratar con problemas humanos. No todos los humanos son iguales, ni piensan igual, y son capaces de cometer fallos rellenando papeles (por experiencia propia lo digo). Con lo cual, cualquier sistema burocrático que no tenga en cuenta estos aspectos, proponiendo soluciones o dé algún tipo de información, tiene muchas posibilidades de acabar atrapando a las personas entre sus engranajes.


También podría haber escogido el nombre de La guerra deshumanizada. Esto es lo que el autor, John Hardeman, quiere expresar en su novela. Novela escrita, que fue adaptada a novela gráfica por el dibujante belga Marvano. Por algún motivo que no se menciona explícitamente, la guerra entre la humanidad y una raza extraterrestre distinta. O puede que, al más puro estilo 1984, no hubiese guerra, y fuesen los humanos los que mandan a unos incautos a batallar contra seres pacíficos.


Sea como fuere, William Mandela se ve envuelto en una guerra kafkiana: no saben contra quién pelean, pero los mandan batallar, hipnotizados para no huir en mitad de la batalla, a varios parsecs de la Tierra…


Básicamente, eso, y el título, son la sinopsis. Un buen aspecto que sí usa el autor a favor al hablar de la guerra en términos de ciencia ficción es representar la crudeza de esta mediante distintas metáforas: la guerra es eterna debido a que las distancias son enormes; por efectos relativistas, para los soldados pasa menos tiempo que para la sociedad terrestre que están defendiendo, y se producen choques culturales; los ejércitos están incomunicados y desorganizados entre sí, y las naves en el espacio son como globos a presión, a punto de reventar, etc.


Junto con la acertada poca definición (gráfica) de los personajes, que da la impresión de homogeneidad entre los soldados al ser todos ellos carne de cañón, esto es casi lo único a destacar en la obra. A destacar, como original, me refiero. Teniendo en cuenta que compré la obra esperando encontrarme una afilada crítica militarista (y, en definitiva, contra Brigadas del Espacio), lo cierto es que no encontré nada que no se hubiese expresado en otras obras (películas o novelas) mejor: el ejército es muuuy duro, en las batallas mueren seres queridos, se vilipendia la figura del soldado…

Al margen de lo que esperaba, la novela (gráfica) quiere dibujar más cosas de las que realmente calan. Cuando termina el despliege donde está destinado Mandela, y tiene un tiempo de descanso en la Tierra, comenta con otro personaje que esta "Tierra" no es la suya, no era en la que ellos vivieron, y no por la que estaban luchando... Y ahí termina todo. ¿Acaso un breve comentario, ya es suficiente como para dar por zanjado tal filón argumental? Y así, con el resto del argumento.

En conclusión, no es una mala obra (que conste que sólo he leído la novela gráfica), pero si lo que quieren es leer algo de temática bélica crítica, esto no es lo que están buscando.

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