miércoles, 18 de marzo de 2015

Viene un Dios, ¿qué me pongo?

En varias entradas cruzadas entre Florentino (II y III) y yo mismo (I) hemos rozado, tratado y explicado cuál es nuestra posición acerca de los dogmas y las religiones.


Resumiendo brevemente lo escrito, yo empecé, quizás sin mucho atino por mi parte, criticando los dogmatismos. ¿Son los dogmatismos necesariamente malos? Tiende mi opinión a la afirmación, puesto que considero que, en mayor o menor medida, la duda es necesaria (casi tanto como mantener la cordura y certeza en cuanto a otras cuestiones menos dudosas).


Ahora, tema clave, ¿son las religiones dogmáticas? Creo que es el momento de replantearse ciertas cosas. Voy a distinguir entre iglesia (como institución, sea del credo que sea) y religión. Lo que mi compañero Gonzalo critica no es tanto una fe religiosa (formada por creencias) como una fe institucional. Porque los seres humanos fallamos, y es de inútiles no reconocerlos.


¿Puede ser una iglesia dogmática? Sí, se da siempre que no se establezca parresía (derecho de hablar libremente sobre algo) acerca de las creencias de cada religión. ¿Pero es una religión dogmática? No lo creo así. No puedo negar (y menos después de haber leído y disfrutado a Nietzsche) que las personas actuamos más allá de la razón, y nada de negativo tiene eso. Todo lo contrario: creer y aventurarnos más allá de la certeza es imprescindible. Incluso la ciencia avanza saltando al vacío. La religión es algo personal, y sólo uno mismo tiene que justificar ante sí sus propias creencias, mientras que en temas eclesiásticos, se tiene que poner de acuerdo mucha gente, y el tema cambia.


Cada persona tiene sus creencias, y podemos más o menos criticables, pero no negociables. No sólo sería inmoral convencer a alguien (que no quiere hablar del tema, o no quiere ser convencido) de que su Dios, bueno, pues a lo mejor no hace todo lo que puede, no se comporta como debería o directamente no existe. ¿Es creer que no existe, una creencia? Bueno, no lo podría negar con una respuesta rápida y sencilla, pero no es el tema que me interesa.

La duda que me surge es: bueno, si hasta ahora no se ha presentado públicamente ningún Dios, ni me ha buscado a mí, ni yo a él, ¿tiene sentido que me plantee cosas acerca de él? Por eso, ahora mismo, me considero apateísta (“apatía o indiferencia hacia los dioses”): me aparto de esa pregunta, hasta que se den las circunstancias para responderla. Cuando venga un Dios, ya veré qué me pongo.

P.D.: tengo pensada una entrada sobre Dioses y (Ciencia) Ficción, que espero que os guste ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...