Este microrrelato se me ocurrió un día que vino un tío mío (que es electricista) y me contó una pequeña anécdota, que he adornado con algunas licencias poéticas. Espero que el núcleo de la microhistoria se entienda
Un día, ya bien entrada la tarde, con el sol desvaneciéndose en el horizonte, estaba un electricista arreglando un foco del suelo de un puente, de esos tan molestos que ciegan por la noche a los paseantes. Uno de estos, estando solo y viendo al elecetricista, se acercó para entablar conversación, y así hacer más ameno su paseo:
- ¿Qué, arreglando las luces, no?
- Así es -respondió cansado el electricista mientras reparaba la avería.
- ¿Las rompen mucho la gente, no?
- Sí, vaya.
- Claro, claro, molestan tanto cuando vas caminando que es normal que las rompan... pero es un problema porque no se ve.
El electricista, que empezaba a cansarse de la conversación, levantó la cabeza y, como despreocupado, dijo:
-Vaya. Además, es que puede llegar cualquiera y, como el borde no es muy alto, empujarle y caer al río.
-Aaah... Pues sí que es verdad... -dijo mientras se pegó bruscamente a la baranda de mármol del puente.- Bueno, yo me voy yendo ya, ¿eh? ¡Que le cunda el trabajo! -cuando se hubo marchado, el electricista siguió haciendo su trabajo como minutos antes.
Eso de añadirle a la realidad licencias poéticas ¿es lo que se llama "realidad aumentada"?
ResponderEliminarDisculpa por la tardanza. No, la realidad aumentada es un término del ámbito tecnológico, y se refiere a dispositivos que te permiten tener información digital mientras miras el mundo real.
ResponderEliminarPuede parecer un poco confuso... Pero has visto Terminator? Pues, más o menos, es como la mirada que tiene el robot. Hay aplicaciones que te descargas para el móvil, y con la cámara, paseando por la calle, puedes ver qué pisos se alquilan. Es una de las posibles aplicaciones.