Hacia la Fundación nos presenta al hombre tras el mito, a una persona mayor, hasta orgullosa, cascarrabias y algo ególatra que no puede huir de sus problemas como en la precuela anterior (Preludio a la Fundación), sino que tiene que consolidar su ciencia, la psicohistoria, con el fin de salvar a la Humanidad de la caída del Imperio.
Como secuela de la anterior, sabe adaptarse bien a los cambios y presentar una situación distinta con los mismos personajes, a la par que ahonda en la profundidad de estos y en sus defectos y virtudes. No todo son rosas al final del camino, y esto afecta al mítico profesor y fundador de la Fundación, Hari Seldon, una persona al fin y al cabo. Quizás falta algo más de ritmo a la novela, y limar a algunos personajes, pero es un libro (junto con el anterior) que los lectores de la Fundación no deberían perder de vista.
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